Vistas de página en total

domingo, 20 de enero de 2013

TODOS LOS MINUSVALIDOS AL HOYO

Va dedicado a los peperos, que vergüenza señores , se pasan con la sanidad y sus recortes, acaso quieren o pretenden una raza pura?.

A lo mejor me repito, no obstante ya basta de tomarnos el pelo con sus recortes y sus ganas de imponer su voluntad en todo.
Hoy mi ángel Romina que también es mi secretaria ha ido a buscar mis batidos y han pasado de de tres cajas de mi comida le han impuesto dos. Claro les sale mas económico que me hagan un agujero en el estomago y así mi cabecita se va debilitando porque señores también ponen pegas a los que luchan por su comida.
Y yo personalmente no quiero verme agujereada, si me quieren en el hoyo lo tienen muy Fácil conmigo.

Claro luego yo necesito una silla para el baño y la tengo prestada la asociación PREDIF
Y venga pagar ahora 120 euros porque no voy a ir de prestado y suma y sigue y no se si el gobierno balear me ayudara.

Luego he recibido un e-mail que sirve para pensar si volvemos a querer ser un país tercemundista como hace 37 años cuando gobernaba Paco Franco.

Están ajustando tanto que no hay dinero para la investigación todos los logros y avances que han conseguido se paran en seco y tardaran de dos a tres décadas en volver a coger el hilo. Toda una vergüenza.Esta carta también está en ingles y para vergüenza de los españoles dará la vuelta al mundo .

Dicho esto, vamos a reír un poco.!!!

EL pasado día 10 fue el cumpleaños de mi querida Ana Jeronimo otro ángel que está en mi vida.

Como cambia la vida a veces los sueños se cumplen, simplemente hay que creer en ellos.

Os quiero cocodrilos. Hasta pronto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bon dia, Xisca: Qué sorpresa me has dado, iba a dejarte un comentario para tu anterior escrito y me he encontrado que ya habías puesto otro; mejor, esto quiere decir que te encuentras con ánimos.
Referente a lo del PP, no puedo estar más de acuerdo contigo, es una injusticia lo que están haciendo con la Sanidad Pública, para ellos, no somos más que números y van recortando aquí y allá sin tener en cuenta el sufrimiento de cada uno y sus circunstancias particulares. No he visto que ellos se hayan recortado ninguno de los muchos privilegios de que disfrutan, ni siquiera han tenido la generosidad de prescindir de los coches oficiales y así dar ejemplo de austeridad. Estoy convencido de que, ellos, no acuden a la red de asistencia sanitaria pública cuando les duele algo o, en todo caso, las listas de espera no cuentan para ellos, faltaría más. Siento mucho que te escatimen tu comida, esto ya me parece el colmo de la indecencia y la crueldad. En este país ya no existe la justicia social, incluso creo que hemos llegado a un punto en que, para vergüenza de todos, saldríamos perdiendo si ahora comparábamos la sanidad y las leyes laborales actuales con las de antaño, aunque con la Constitución exista el derecho al pataleo y antes no, pero, da igual, te lo meten todo a la fuerza por decreto ley, exactamente lo mismo que antes, el que ahora puedas votar a unos políticos que te engañan no me vale ¿Sirve de mucho que vivamos en democracia si los políticos son deshonestos? Creo que sólo sirve para que nos tomen el pelo y así cabrearnos hasta el paroxismo. Cambiaré de tema y te hablaré de cosas más amables,no sea que alguien se nos enfade.
La semana pasada entré en el Bar Bosch y allí coincidí con un antiguo conocido al que llevaba años sin ver. Nos saludamos, hablamos unos minutos y él se despidió. Yo me senté dentro, a una de las mesas del fondo y pedí una “llagosta” y un café con leche y, mientras esperaba, mirando hacia la puerta, me vino la visión de la princesa Smilia Mijailovich entrando con Mietta Leoni, hace ya muchos años, las dos elegantísimas, magníficas y, también, mojadísimas, pues fuera estaba lloviendo a cántaros. Yo me levanté, las saludé y les ofrecí mi mesa, la cual aceptaron con gusto porque el bar estaba a tope y a ellas no les cabía más agua encima. A Smilia me la presentaron en Eivissa, en casa de la persona a la que había encontrado hacía unos minutos, a Mietta la conocía de vista porque tenía el despacho cerca del mío en la calle Unión, si mal no recuerdo,organizaba cruceros de alto standing para gente soltera de fuerte poder adquisitivo. Era una mujer bellísima,de gran elegancia, y lo sigue siendo en la actualidad. Siento que haya pasado por momentos muy difíciles hace unos años. A Smilia, desde aquella mañana, no la volví a ver y, unos años después, me enteré de su muerte, la cual sentí mucho pues era una persona educada, buena y afable con todo el mundo. Por cierto, aquella misma noche en que conocí a la princesa (decían las malas lenguas que el título era de pacotilla), coincidí con Nacho Duato y su inseparable colega Tony, un gran bailarín, color canela, de su Compañía, y, sin pensarlo, me fui con ellos a casa de Nina Hagen, allí estaba Bon Jovi, distante y antipático, como siempre, con un par novias medio anoréxicas despendolados en un sofá. Se nos hizo de día hablando de la Compañía de Ballet Nacional, Nacho acababa de sustituir a Maya Plisetskaya en la dirección y me contó algunos cotilleos sobre la rusa. Por lo visto, de bolchevique no tenía nada la gran diva, pero que bien bailaba, ahora, a sus 87 años, ya está retirada. ¡Qué recuerdos!
Te mando un gran abrazo y todo mi afecto.
No nos olvides.
Antonio Far