Vistas de página en total

jueves, 11 de diciembre de 2008

LAS TIENDAS Y MIS COMPAÑERAS...

Hola amig@s! !!!!

Ayer empece un nuevo capitulo de mi libro, el cual voy a dividir en tres partes.

He querido hablar de la perfumeria La Central, con todo mi cariño, sencillamente fui feliz


Va por mis compañeros...

Iré por partes porque con tantos años me he movido mucho.

VILANOVA

Allí empezó mi aventura con La Central. Por aquellos años no existía más perfumería con más clase y más marcas internacionales que La Central, por lo tanto, esto suponía un trabajo extremo.


Me acuerdo que empecé, como todas, quitando polvo, pero había tanta gente que Barbarita a los cinco minutos, me pidió que me pusiera a atender a las clientas, y así hasta que mi cuerpo dijo basta. Putadas de la vida, igual que te toca la lotería, te puede tocar una enfermedad.


Empecé con las mejores compañeras del mundo, MACU, MATILDE, MARIA, CATI, RAMONA (que se marchó del trabajo, aunque la suerte no la acompañó, y tuvo que volver, viuda.) y en el almacén MIGUEL Y LORENZO, y la pequeña ESTHER, que hacía los recuentos; aún en esto de la informática éramos tercermundistas (así le fue a mi jefe).


Hice mucha amistad con Macu, la verdad es que la quiero mucho, además de ella solo puedo decir cosas buenísimas, fue muy buena compañera y buena amiga, además éramos muy cómplices en cuestión de ventas.


Con Matilde me he reído mucho, tiene una familia fantástica; su marido ahora nos mira desde arriba, era un hombre simpático, educado, y muy atento. Matilde también fue muy buena compañera.


Maria me trataba como a una hija, ella más que nadie sabe lo que es el sufrimiento, pero su sonrisa es permanente. Ahora es una jubilada más.


Cati, aparte de tranquila, estaba muy preocupada porque veía que yo trabajaba demasiado, pero ya ves, cariño, todo se supera, incluso ahora también intentaré superar este duro trabajo. Cati es de las dueñas de foto Ruano, y ahora debe de trabajar a gusto.


Ramona me enseñó a vender de forma valiente, siempre me decía "Enseña lo caro, que por bajar, siempre estamos a tiempo".


Años más tarde trabajé con ella en Porto Pi.

MONJAS

Se convirtió en mi tienda. Al principio lloré lágrimas de sangre por el miedo que me metieron por trabajar con la jefa, ¡que equivocación más grande!, como ya he contado antes, ella fue mi maestra.


Allí empecé trabajando con Maribel y Xisca Pla, no tengo nada malo que decir de ellas, a Xisca le agradezco en el alma lo solidaria que ha sido conmigo, gracias compañera; en cuanto a Maribel eligió otro camino.


Más tarde hubo cambios, y, que feliz era, volvía a trabajar con Macu y preparaba mi boda. Ya he hablado de Macu, podría estar hojas y hojas hablando de ella; tengo que abreviar querida mía, sé que puedo contar siempre contigo.


Más tarde Macu se fue a la competencia, y Maribel se fue a otra tienda, y empezaron a trabajar dos novatas Constan y Aida. Constan siempre me agradeció el haber trabajado conmigo; según ella, yo fui su maestra de lo cual me siento muy orgullosa, porque la verdad es que es una gran vendedora. A ella también le agradezco su solidaridad conmigo.


Bueno voy a ser más breve con el trabajo. Hablaré de una manera más personal y de lo que sentí estos años.


Primero me sentí totalmente realizada, conocí a mucha gente interesante, incluso hice mucho amistad con alguna clienta que he roto yo misma, con la llegada de mi lotería.


Me llamaban la psicóloga de La Central. Un día, mi amiga Julia, me dijo una cosa que me tocó el corazón, sencillamente me comentó "Xisca, piensa que en esta vida ya has hablado todo lo necesario, y ahora te toca escuchar", a lo mejor tiene razón, porque, señores, en esta vida he hablado mucho, pero mucho. Me han contado secretos de alcoba, de amantes, familiares, todo lo que os podáis imaginar.


Me ha atracado un drogadicto poniendo su aguja, llena de sangre, en el cuello de mi compañera Maribel, estando embarazada de mi hija Lucía.


Me he sentido humillada por una compañera (es un decir) llamada Silvia (el diablo en persona), poniéndose las jefas a favor de la contraria, ahora en la lejanía, pienso que estando yo embarazada de mi hijo ya empezaba a estar afectada, porque todo esto sucedió cuando estaba de 5 meses, y entre los nervios y una mala circulación en las piernas, estuve 6 meses de baja, conclusión, el tiempo puso a cada una en su sitio, y empezó el hundimiento de Monjas.


Todas mis amigas venían a visitarme y de paso, compraban; todas tienen una piel estupenda. Y así me ponían al día de todos los acontecimientos que sucedían, buenos y malos. La verdad es que estaba muy informada. Aunque yo, como buena vendedora, nunca utilicé el cotilleo entre mis clientas, esto sí, hablaba mucho y también escuché mucho.


Monjas fue la tienda que más años he trabajado, pero también he estado en Santa Eulalia, Porto Pi, Vilanova, San Nicolás y San Miguel. Mira que he trabajado con Santos y ni así me he librado de mi enfermedad.


También tengo que decir que siempre que iba a otra tienda había reforma, cosa que me ponía de los nervios, en fin, se vé que era mi destino porque terminé desmontando todas las tiendas que durante más de 50 años habían pertenecido a la historia, no sólo de Palma, sino de Mallorca entera.


Un abrazo con todo mi energía para mis tres hombres preferidos MIGUEL, LORENZO, Y más tarde, MARTÍN, ellos me alegraban todas las mañanas. Gracias amigos.


También quiero dar un abrazo a todas mis compañeras que son muchas, y agradecer con el corazón todo lo que han echo por mí, y la solidaridad hacia mí. Gracias compañeras y que la suerte os acompañe.


Hasta luego cocodrilos.

No hay comentarios: