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jueves, 26 de febrero de 2009

POLLENSA EN MI VIDA

Cuando empece mi libro, enseguida me vino a la cabeza lo feliz que había sido en Pollensa, pueblo natal de mi padre y lo querida que había sido por mis familiares, a todos ellos les mando un abrazo muy fuerte y un te quiero.


Como ya he comentado antes, mi padre, y todas sus raíces, son de este maravilloso pueblo.

Sin embargo, fue mi madre la que me ha hecho querer Pollensa; mi madre lo ama con toda su alma. Además, se da la casualidad que la primera mujer de mi abuelo era pollensina, por lo tanto, era un pueblo muy conocido por ella. Mi abuela que era la hostia, me comentaba que de joven, cuando iba, montaba un número, entre que siempre iba a la última moda que se ponía unos sombreros impresionantes y encima fumaba, salía todo el mundo que podía a criticarla, y a ella le encantaba.

Yo, cuando tenía 7 o 8 años, me iba a casa de mis tíos María y Francisco, que por aquellos tiempos, vivían al final del pueblo, y lo recuerdo con felicidad. María tenía que ser mi madrina; por circunstancias ajenas a mí, lo es de mi hermano Javi, ellos se adoraban, ahora María y Francisco viven al principio del pueblo, la vida les ha ido bien. Ahora están de luto, ya que mi tía Magdalena, hija de María, se me ha adelantado y me espera en el cielo. La última vez que vi a María, no hablamos, solo lloramos, liberamos nuestras ansias.

Aún me acuerdo de mi bisabuela, iba completamente vestida de payesa, incluida la trenza que según me contaba mi “padrina”, en su juventud tenía su pelo tan rojo y tan fuerte que lo vendía como hilo rojo para bordar; tengo primas pelirrojas, y mi padre ha heredado la piel y el bigote; en casa somos rubios y Luis y Pep Toni tienen secuelas pelirrojas como el bigote, barba y patillas. Mi abuela vivió casi 100 años.

Luego llegó la adolescencia, 12-13 años, cambié de bando y me iba a casa de mi tía Margarita o a casa de mi tía Angela, las dos tenían niñas de mi edad y las dos se llaman Cati. Con ellas conocí las primeras verbenas, había un problema, no dejaban a niñas, mis primas tenían mi edad, con una diferencia, eran altas y yo no, tenían tetas y yo no, e iban acompañadas por algún chico, yo no sabía ni lo que era esto, entraba y acto seguido el guardia y me sacaba, yo seguía feliz con mi falda larga y mis pechos planos además yo quería mucho a mis primas, y ilusa de mí, con ellas me sentía mayor, muy mayor.

No me puedo acordar si fue con las dos o con una sola, tampoco me acuerdo cual de las dos era, la cuestión que pise mi primera discoteca; fue en el puerto o (U Moll), como dicen los nativos de allí, casi me meo encima, para que os hagáis una idea la canción de moda era Soul Dracula, la cuestión es que mi prima desapareció, por lo cual yo me sentía una niña sola ante el peligro, no me acuerdo como era la disco, sé que era muy oscura, sin embargo yo iba con unos vaqueros y una camisa azul muy ancha para que no se notase mi falta de pecho, que de jovencita me acomplejaba mucho (que gilipollez , con las tetas tan monas y pequeñas que tengo), sé que pasé miedo y bailé con un chico no sé si guapo o feo, pero se dio cuenta de mi juventud y de mi miedo; él intentó meterme mano.

Luego mis padres ya tenían Santanyí, por lo tanto sólo visitaba Pollensa en bodas y funerales. Año más tarde fui con Vicki, a casa del mejor amigo de mi padre, y una de las personas que más conoce su pueblo, es más, lo ama profundamente; este señor es en Pep Guinau; estuvimos en su casa, con él y su encantadora esposa Magdalena, y a parte de divertirme, me enseñó a querer al pueblo, y me enseñó el porqué de fiestas, los famosos moros y cristianos; lo más impresionante es que al final de la batalla, sólo los cristianos van a la iglesia a ofrecer su victoria a la Virgen y todos juntos cantan un salve, es realmente hermoso. Gracias Pep.

Yo cuando era jovencita, siempre decía que mi ilusión era casarme en Pollensa, en el Calvario y luego celebrarlo en el Hotel Formentor, pero yo me casé en Valldemosa y el convite fue en Hotel Son Caliu, en la otra punta de Pollensa; pero, mira por donde, mi mejor amiga Conxi, si se casó en Pollensa; Pep el amigo de mi padre lo arreglo, con una pequeña diferencia, cambió el Calvario por el ayuntamiento; por cierto, precioso, y el convite sí lo celebró en el Hotel Formentor. Todo tiene arreglo, no lo hice yo, pero mi deseo se vio cumplido con Conxi.

Sólo me queda recordar a los primos y primas de mi padre que ya han subido al cielo, si los nombro es porque de una manera u otra, fueron importantes en mi adolescencia. Un beso muy fuerte, dirigido al cielo, a Magdalena, Catalina, Juan, Juanito, Toni Josep, y como no, mi querido tío hermano de mi padre, Pepe; todos tienen en común que han subido al cielo demasiado jóvenes.

Hasta luego cocodrilos. Os quiero!

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