Vistas de página en total

viernes, 23 de enero de 2009

MIS VIAJES CON LA ENFERMEDAD. Parte I


Os he hablado de mi familia, de mis padres, abuelos, hermanos, amigos, trabajo, familia política, ahora os hablaré de mis viajes con la enfermedad. Puede ser interesante.


MADRID (NAVIDAD 2004).


Inocente de mí, me marché pensado que mi enfermedad no era degenerativa, sin embargo mi cuerpo no funcionaba, mi mano izquierda estaba más torpe y me traicionaba constantemente, además por la mañana estaba muy bien pero al llegar las 4 de la tarde ya estaba muy cansada, y hemos de tener en cuenta que mi hijo siempre ha estado muy enmadrado, y constantemente me pedía brazos, dormíamos en casa de mi cuñado , en una cama de matrimonio los 4 juntos, los niños no se querían separar de nosotros, y todo esto agravó mi salud; en una palabra mi enfermedad avanzó, yo seguía feliz. Fue la última vez que ví a mi familia política casi al completo.


BARCELONA (ENERO -FEBRERO -MARZO)


Fue donde me dieron mi veredicto. La historia ya la sabéis, lo único que puedo recordar es el enorme dolor físico en las pruebas y el enorme dolor en el corazón.


El último de estos viajes lo quise hacer con mi hija Lucía. Yo solía viajar con ella, viajes cortos e intensos. Sabía que nunca más cogería un avión sola con ella. Ya en el vuelo no tuve fuerza para coger el equipaje, fuimos al médico, mi hija se comportó como una valiente y guardó silencio en el hospital y ante mis llantos.


El viaje, al final, fue muy divertido; estuvimos, como no, con mis hermanas Conxi y Vicki y la pequeña Claudia; fuimos al museo de la ciencia, al Acuario, etc...


Lo importante es que Lucía se olvidó por un momento de la tragedia que le venía encima, he dicho, bien tragedia; su vida sufrió un giro total, yo creo que en algún momento me odia; mi nena y yo lo hacíamos todo juntas e incluso alguna vez venía al trabajo conmigo, se lo pasaba bomba, yo estaba en San Nicolás y mi padre en el Borne, por lo tanto, iba arriba y abajo, y se sentía mayor. Siempre dormía conmigo, la gente me decía que muy mal, pero mira lo que llevo ganado, daría mi vida por estar un fin de semana bien, pero bien, como era yo hace 10 años, con mis hijos e incluyo a Pep Toni, ¡mi vida por un simple fin de semana, ni por estas!.


CRUCERO POR EL CARIBE (FEBRERO -MARZO 2005)


Fuimos muy felices, éramos un montón de gente, mi hermano Juan Angel con su hijo Juanito, mi hermano Javi y no podían faltar mis hermanitas Vicki y Margarita y, por supuesto, mi marido y mis hijos, y perdón, me olvidaba de mi amado Pep Toni y Xima. La cuestión es que Javi y Pep Toni trabajaban en Pullmantur, la compañía del crucero, por lo tanto teníamos un poco, mucho, de enchufe, y yo, como estaba enferma, pues el doble, para empezar conocí el lujo de cerca, volé en Bussines (no sé como coño se escribe), la verdad es que volamos de puta madre mis hijos, Roberto y yo, y llegamos a La Habana tumbados en una cama.


Un crucero es una forma de viajar muy cómoda, sobre todo para gente enferma. De todas maneras en este viaje me encontré muy bien, se vé que ser feliz sienta muy bien. El único que lo pasó muy mal fue mi hijo, odia viajar, es más, no soporta estar lejos de casa, y mi marido sufrió una migraña espantosa. Conocimos Cuba, Cozumel (Méjico), Jamaica, Gran Caimán, es la isla quizás más rica del Caribe, es un paraíso fiscal, pero lo que de verdad nos alucinó fue bañarnos con miles de rayas, peces de todos los tamaños, fue una experiencia única; aquí me empecé a dar cuenta que estaba mal, me fui a tirar de cabeza y dí con todo menos con la cabeza; mi cuerpo ya no cumplía mis órdenes. Fui muy feliz.


CRUCERO POR EUROPA (MAYO 2005)


Es el crucero más largo que he hecho, y el más relajante; me fui solo con mi hermano Javi hacia Vigo; yo, físicamente estaba más o menos bien, el habla ya me fallaba de una manera brutal, aún me entendían; en Vigo le dimos a las ostras, percebes y todos los placeres culinarias que te ofrece Galicia.


Solo llegar al barco, primera sorpresa, me habían otorgado la suite principal, era como viajar dentro un palacio, además estaba al final del barco, por lo tanto mi terraza era una verdadera gozada, la salida de Vigo, con las islas Cies en el horizonte era un espectáculo.

Luego, rumbo a Paris, en el barco, mi hermano me presentó a un matrimonio más mayor que nosotros pero muy agradables, me encantaría conectar con ella porque su cuñada está exactamente como yo; fueron compañeros de viaje.


Otra cosa espectacular es navegar por el Sena, primero Normandía, precioso, aún quedan secuelas en los edificios de la segunda guerra mundial, luego en coche hacia Paris, ¡Qué belleza!, no voy a hablar sobre esta ciudad, simplemente hay que visitarla. Próxima parada, Londres; navegamos por el Támesis; si cuento todo esto es para que veáis que también enferma se puede viajar y saborear las cosas bellas que hay en este mundo.


En Londres nos esperaban mi querida Vicki y una pareja amiga de Javi; hay que decir que viajar con Javi es un placer y con Vicki el placer es doble. En Londres mi amiga y yo nos volvimos locas de compras, allí la gente es muy amable, por ejemplo, yo empezaba a andar un poco mal, y en el metro siempre me cedían el asiento. Por la noche fuimos a la ópera, la obra preferida de Javi, "El Fantasma de la Ópera", simplemente preciosa.


Más tarde, siguiente parada, Amsterdam, Oslo y Copenague, un viaje maravilloso que luego repetiría unos meses más adelante.


Después del viaje estaba un poco más cansada, y mi salud empezó a bajar (no por el viaje, sino por el mismo proceso de la enfermedad). Empecé a caerme sin motivo aparente, mis ostias eran grandes, sin embargo nunca me he roto nada; este verano parecía una pelota de tenis, arriba y abajo, bueno bromas aparte, empecé a llevar bastón, aparte de ayudar, la gente me respetaba más, porque mi cuerpo ya empezaba a perder el equilibrio por lo cual parecia que iba borracha o en algunoa momentos muy borracha.


Hasta luego cocodrilos!!!

No hay comentarios: