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lunes, 3 de noviembre de 2008

MIS QUERIDOS PADRES


MIS PADRES.Que puede decir una hija de unos padres que solo ha recibido amor, ahora bien también lo digo ahora, son papis muy ye -yes


JUAN BENNASAR SALAS


Mi querido papá, cuánto te quiero; la vida nos está separando, tú no aguantas verme así, te cuesta aceptar mi enfermedad; cariño, la vida es muy dura, hay que coger el toro por los cuernos, y tú has de ser valiente. En estos momentos estás en la clínica examinándote el corazón, mira si te he llegado hondo.

Mi padre, por si hay alguien que no lo sepa, es peluquero, y más concretamente -és en Jubensa -, yo estoy muy orgullosa de él. Vino con 17 años de Pollensa, su pueblo natal, enseguida se enamoró de mi madre, siempre tuvo el apoyo de sus padres y sus suegros y, con la ayuda de todos, abrió su primera peluquería en la calle Pelaires, y un poco más tarde abrió Jubensa, peluquería por la que toda Palma ha pasado en algún momento, o por lo menos conocen su nombre. Nos ha dado la mejor educación que estuvo a su alcance; todos los hermanos hemos estudiado en colegios privados exceptuando mi hermano pequeño, que cogió la época progre de mi madre y fue a un colegio público. Ninguno hemos ido a la universidad, la verdad es que estudiar no era lo nuestro; sin embargo, hemos sido grandes trabajadores. Como todo padre, quiere mucho a sus hijos, pero tiene debilidad por uno, éste es Javi; ahora me imagino a mi padre leyendo estas líneas y moviendo la cabeza de izquierda a derecha, por lo tanto, negándolo.

Querido papi, te quiero muchísimo, piensa que aún tenemos muchas risas juntos. Y, muy importante, tenemos pendiente el gordo de Navidad.


CATALINA FERNÁNDEZ CERVAN


Es la terremoto de mi madre, es una mujer muy simple y a la vez muy complicada; posee una personalidad muy singular, puede pasar de ser la mujer más feliz del mundo a ser la más desgraciada, es su natural.

Tuvo una infancia igual que su carácter, pasaba de ser la niña más mimada a tener que ir corriendo a buscar un médico porque mi abuela estaba en pleno ataque epiléptico; luego volvía a ser muy feliz con sus primas y al regresar a su casa se encontraba a mi abuela llorando por los rincones; vamos, que tenía una de arena y otra de cal, de todas maneras fue muy amada por sus padres y su hermano.

Conoció a mi padre con 13 años, o sea, ha estado toda su vida junto a él. Ha sido mimada por todos los que la han rodeado: primero, sus padres; luego, mi padre y después, cómo no, sus hijos, en concreto mis hermanos Javier, Pep Toni y, por supuesto, yo.

Su salud no le ha sonreído siempre. Aparte de muchas operaciones que podemos llamar simples (varices, hernias, etc.), ha tenido un cáncer de colon, de bastante mal pronóstico; ya han pasado 11 años y me está dando fuerza a mí, y energía para seguir luchando.

Ella siente que la vida la ha golpeado muy fuerte con mi enfermedad. Yo no me canso de decirle que estoy viva y que hemos de luchar, que su energía me es muy positiva, ¡Adelante muchacha!, además, si tú venciste un cáncer, ¿por qué no puedo yo alargar mi vida?

Mi madre quiere con locura a sus hijos, igual que quiso con locura a su madre.

El matrimonio de mis padres no es perfecto, no saben vivir el uno sin el otro, y además tienen 5 hijos y 7 nietos; ella siente devoción por mi hija, la cuidó hasta los 3 años, incluso poniéndose quimioterapia, estuvo siempre con ella.

Yo la quiero con locura, y además ahora ella sabe lo que me hace feliz y sobre todo lo que me tranquiliza. ¡Gracias por entenderme!, Te quiero.


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